Pintor
inglés de origen irlandés, de estilo muy personal que algunos han
definido como figuración expresionista.
Su
estilo figurativo idiosincrásico, caracterizado por el empleo de la
deformación pictórica y gran ambigüedad en el plano intencional,
presentaba una considerable ambivalencia. Realizó algunas de las
pinturas más impactantes y desgarradoras del arte contemporáneo,
sin embargo, su enigmática obra involucra no poco magnetismo sobre
el espectador. Su carácter era tan atípico como poco dado a llamar
la atención: le gustaba vivir la vida plenamente, incluso si para
ello le era necesario correr riesgos considerables. Hombre sádico e
incorregiblemente destructivo, cada día para Bacon se dividía en
dos: por la mañana siempre pintaba, para con su quehacer plástico
poseía la rutina diaria de un trabajador serio; a partir de la tarde
se vestía con sobriedad y concurría al pub
del
que era un incondicional —The
Colony Room—,
para dedicarse a la bebida y, eventualmente, dar luego rienda suelta
a sus proclividades y apetitos sexuales. Si bien llevaba una vida
bastante solitaria y poco dada a escándalos, y pese a no haber
completado ninguna educación formal, el pintor era un hombre
cultivado y se interesaba por asuntos profundos. La actuación y el
saber fingir era también parte de su estrategia artística. Ello
posiblemente haya estado ligado a su condición de homosexual dentro
de una sociedad generalmente puritana y homofóbica. Sea como fuere,
cuidaba su imagen como artista y la imagen que su obra daba al
espectador. Curioso y desordenado, acumulaba en su taller
innumerables recortes de prensa y fotografías de obras de arte del
pasado. También le interesaban las películas mudas mostrando la
figura humana en estado de locomoción, así como también aves y
demás animales, pues le fascinaba el movimiento de los seres vivos.
Algunos de los temas frecuentemente abordados por Bacon en su
imaginería pictórica son crucifixión y animalidad, aislamiento y
cópula, aprensión y crisis, deterioro, soledad, nostalgia y muerte;
trabajó la representación de la figura humana pero desfigurándola
y posicionándola en espacios cerrados e indeterminados y rememora
tangencial e insistentemente aquello que lo obsesiona: la agresividad
del ser vivo y aquello que él entiende como su innata e inexorable
inclinación hacia la violencia; la teatralidad y la magnificencia
fueron dos factores cruciales en su producción artística. La
estética y temas acuñados por Bacon en sus pinturas inspiraron a
artistas y creadores diversos, tanto en las artes visuales como en la
danza y el cine.


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