Un
libro sobre el mundo médico en la Francia de mediados del siglo XX,
pero sobre todo, una historia contada desde diferentes perspectivas.
No se trata únicamente de una novela sobre la dureza y la crónica
de la práctica médica en la época, sino de una historia personal,
un relato íntimo y metafísico, un encuentro del “yo” a través
de periplo vital de los diferentes personajes.
En
su comienzo, la novela nos plantea el estado de la ciencia médica a
finales del siglo pasado, no sólo plasmando la dificultad en cuanto
a recursos y métodos empleados sino también una carencia de
recursos económicos y materiales para el desempeño, una pobreza
extrema por parte de la mayoría de la población que hacía que
enfermasen y muriesen de manera alarmante, la falta de anestesia para
muchas operaciones menores o la filosofía de la “sobrealimentación”
como método curativo. Además nos plantea el mundo médico desde una
perspectiva política, corrupta, que funciona a base de oportunismos
y que en la mayoría de los casos subsiste desde la precariedad
humana.
De
todos los personajes, sólo un par poseen vocación, investigan y
avanzan, costándoles esto sus carreras y vidas personales.
Además,
la novela nos plantea diferentes debates éticos que tratan temas
como la experimentación de ciertos tratamientos con seres humanos,
pasando por las dificultades en el tratamiento y diagnóstico de los
enfermos mentales (todavía vigentes en pleno siglo XXI), tocando
otros como el aborto, entonces muy rechazado, pero no por ello menos
practicado.
Teniendo
en cuenta que el autor de esta novela perteneció a un grupo de
escritores católicos, por lo que con frecuencia nos encontramos con
planteamientos que no compartiremos del todo, si bien, podremos
compartir el nexo conductor y moral básico de la novela, de manera
que nos pueda aportar conclusiones del todo válidas, sea cuál sea
nuestro credo.
Uno
de los planteamientos morales más importantes al que nos aproxima
este libro es el de la elección entre el poder y la influencia u
optar por una existencia humilde pero digna, en la que preservemos
nuestra integridad y resultemos igual de útiles a nuestras
profesiones.
La
novela profundiza en temas para profesionales relacionados con la
educación especial y la neuropsiquiatría, en metodologías de
tratamiento psiquiátrico basados en el “shock” insulínico, la
“convulsoterapia” y el despuntamiento del temido electroshock.
Más
puntos interesantes son la perspectiva histórica al respecto del
inicio de la medicina natural, macrobiótica y ortomolecular y las
posiciones de los personajes al respecto. Otro “vicio” de la
época, que probablemente siga hoy mismo en plena vigencia, era
tratar y aliviar los síntomas sin llevar a cabo un estudio de la
enfermedad “raiz”.
A
parte de temas relacionados con biología y medicina, es una obra
filosófica que nos habla de complejas relaciones familiares y del
deterioro inevitable que sufrimos durante la vida.
Impresiona
ver cómo médicos todopoderosos, como en casi cualquier profesión,
el paso del tiempo los hace más sabios y al mismo tiempo más
vulnerables.
Para
concluir, podemos decir que esta novela trata sobre lo humano (y más
material) y lo espiritual o metafísico, y cómo estos dos factores
interaccionan, se unen y se separan a lo largo de la existencia
humana; sobre lo religioso y lo pagano, lo físico y lo metafísico,
la crudeza de los procesos médicos y la casi más insoportable moral
de los procesos espirituales.
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